Del mapa antiguo, en papel, a la cartografía colaborativa abierta en la nube. El ejemplo del patrimonio hidráulico de la Comunidad de Madrid
Artículo publicado en el weblog "El Agua"
Dentro del proyecto de Patrimonio Hidráulico de la Comunidad de Madrid, IMDEA Agua ha elaborado una metodología para unir la información histórica (obtenida de cartografía antigua) con las nuevas tecnologías actuales. Para ello se va a elaborar un WebMapping o un Sistema de Información Geográfica (SIG) colaborativo a través del cual los ciudadanos puedan participar de un modo activo a la consecución de una fiable base de datos sobre los elementos patrimoniales hidráulicos de la Comunidad de Madrid.
La utilización y gestión de los recursos hídricos ha dejado a través del tiempo un amplio y variado patrimonio hidráulico que, independientemente de sus características constructivas, requiere, en primera instancia, una adecuada identificación, necesaria para una efectiva puesta en valor posterior. Conocer el número de elementos, sus características constructivas, su estado de conservación y su funcionalidad es algo que depende de esa identificación en el momento presente. Sin embargo, saber el número de elementos que todavía existen, que han sobrevivido, es, por el contrario, algo del pasado, que necesita que se recurra a fuentes pretéritas para poder extraer la información necesaria para una primera identificación retrospectiva.
De esa manera la cartografía antigua se convierte en un elemento imprescindible para poder saber la localización de los elementos, establecer una fecha mínima de corte temporal e identificar su tipología patrimonial. Desde ese primer inventario sobre el mapa de papel antiguo, hasta una efectiva accesibilidad y visualización del patrimonio de acuerdo con las características actuales de representación de la información espacial, hay que recorrer un camino que aúne los métodos cartográficos pasados con las nuevas tecnologías digitales. No se trata de sortear las diferencias entre las técnicas cartográficas antiguas y las actuales, sino que se debe contemplar la necesidad de hacer partícipe al mayor número posible de personas. Esta participación puede ser tanto en su acceso a la visualización para conocer qué tipo de patrimonio existe (mapas en la WEB) como en su participación de manera activa (mapas colaborativos) en la elaboración de una base cartográfica histórica más completa y fiable.

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