La desalación como fuente de agua de consumo
El agua de mar es un recurso inagotable que, tras ser desalada, puede garantizar el abastecimiento de agua a muchas poblaciones. La Unión Europea avala la desalación y apoya su desarrollo financiando plantas desaladoras.
La ósmosis inversa está siendo una de las técnicas más eficientes para desalinizar. El proceso consiste en generar una solución acuosa con bajo contenido en sal, haciendo pasar agua salada por una membrana con permeabilidad selectiva al agua. El proceso de separación se debe a las diferentes solubilidad y difusividad en la membrana de los componentes de la solución acuosa. Tras aplicar una presión, superior a la osmótica, en el lado de la solución concentrada se consigue que el flujo se desplace desde la solución concentrada a la diluida, obteniéndose finalmente el agua desalada.
La Fundación IMDEA Agua ha participado en la sesión vinculada a la semana temática “Nuevas fuentes de Agua, Reutilización y Desalación”, en el pabellón de la Tribuna del Agua y con la colaboración de ACUAMED, en la mesa redonda sobre ¿Cómo sabe el agua desalada?, para explicar cómo funciona una planta desaladora, qué costes económicos y ambientales genera, y debatir sobre la importancia de la innovación tecnológica, algo fundamental para reducir los costes.
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